eL cAzAdOr dE rÍoS
Julián es policía municipal en Bilbao. Hacía un mes le tocaba guardia. Se dirigió a los juzgados, a entregar al juez su informe del caso Olleros. Un indigente había aparecido muerto flotando en la ría. Sus cosas se encontraron en el puente del Teatro Arriaga. Lo normal es que la investigación del caso no hubiera excedido de la semana, pero en esta ocasión, a Julián le había impresionado sobremanera.
Tras esperar en el despacho de la juez Elena Mendiguren cinco minutos, ésta entró. Ella traía dos cafés. Desde que trabajaron juntos en caso San Fran, había mantenido una buena relación. Julián miró su café humeante.
- Bien, Sánchez. Vamos a ver si nos damos prisa, que tengo un montón de cosas que hacer-dijo la juez- veamos, caso 05849-21/03. El vagabundo muerto. Lo recuerdo. ¿Trae su informe, Sánchez?
- Bueno,...más o menos- replicó Julián mientras sacaba un pequeño álbum- Es muchísimo más que un informe.
- ¿Pero se suicidó o lo mataron?- inquirió Elena- supongo que por lo menos tendrá una hipótesis.
- Se suicidó. Eso seguro
La mano extendida de Julián sujetaba temblorosa aquel desgastado álbum hacía la juez. Elena dejó su café en la mesa y recogió el libro. Lo ojeó por encima. Era un álbum que contenía fotos de ríos y puentes, y una especie de diario al lado de cada foto. Ella miró inquisitoriamente a Julián, hasta que éste le hizo un gesto de que lo leyera. Ella abrió la primera página y empezó.
La foto era de una ría serena y tranquila. Se veían tres pequeñas barcas de pescadores. Parecía ser primera hora de la mañana. Estaba sacada desde un puente.
4 de Junio de 2000 (Vilagarcia da Arousa)
Tras esperar en el despacho de la juez Elena Mendiguren cinco minutos, ésta entró. Ella traía dos cafés. Desde que trabajaron juntos en caso San Fran, había mantenido una buena relación. Julián miró su café humeante.
- Bien, Sánchez. Vamos a ver si nos damos prisa, que tengo un montón de cosas que hacer-dijo la juez- veamos, caso 05849-21/03. El vagabundo muerto. Lo recuerdo. ¿Trae su informe, Sánchez?
- Bueno,...más o menos- replicó Julián mientras sacaba un pequeño álbum- Es muchísimo más que un informe.
- ¿Pero se suicidó o lo mataron?- inquirió Elena- supongo que por lo menos tendrá una hipótesis.
- Se suicidó. Eso seguro
La mano extendida de Julián sujetaba temblorosa aquel desgastado álbum hacía la juez. Elena dejó su café en la mesa y recogió el libro. Lo ojeó por encima. Era un álbum que contenía fotos de ríos y puentes, y una especie de diario al lado de cada foto. Ella miró inquisitoriamente a Julián, hasta que éste le hizo un gesto de que lo leyera. Ella abrió la primera página y empezó.
La foto era de una ría serena y tranquila. Se veían tres pequeñas barcas de pescadores. Parecía ser primera hora de la mañana. Estaba sacada desde un puente.
4 de Junio de 2000 (Vilagarcia da Arousa)
“Lo he decidido. Como siga aquí, me voy a volver loco. Ha pasado cerca de un mes, y aún no he encontrado mi vida. Y aquí me es imposible seguir. Pero aunque me cueste el resto de mi vida, sé que está ahí. Yo lo sé, y todo el mundo está equivocado. Se lo voy a demostrar.”
Elena suspiró. Otro caso claro de indigencia y psicosis. Lo que no le cuadraba es que a Julián le hubiese impactado. Detrás de cada drama se esconden detalles morbosas, una vida dramática. Y Julián lo sabía de sobra, no parecía ser un caso diferente.
-Lea, lea- dijo de repente Julián- no es un caso como los demás.
Elena se ruborizó. Le molestaba profundamente que Julián supiese que consideraba una tontería algo que le había impresionado tanto. Posó sus ojos en la segunda foto. Era una foto de una ciudad del norte de Europa. Estaba lloviendo. Apenas se vislumbraba gente en las orillas del canal, y unos paraguas retorcidos daban a entender que un viento casi huracanado azotaba la ciudad. Había empezado a anochecer.
11 de Octubre de 2000 (Ámsterdam-Puente Singel-Canal Singel)
“A veces dudo que este haciendo lo correcto. Aquí tampoco me encuentro. Me duelo. Me siento mal conmigo mismo. Si tan siquiera fuese capaz de no morir un poco viendo esta agua. Son metálicas, duras. Estas no pueden ser”
Elena pasó de página sin levantar la cabeza del álbum. Se estremeció. Por fin entendió que no era caso normal. Posó sus ojos por la siguiente foto. Un precioso edificio de corte gótico se levantaba sobre la niebla, al otro lado del río. Un autobús rojo de dos pisos se desperazaba del vaho y alguien se diluía bajo una farola.
3 de Marzo de 2001 (Londres-Westminster Bridge-Támesis)
“Ante esta hermosura, cada vez estoy más esperanzado. No soy un loco, no puedo estar tan equivocado. Sé que este no es el lugar, pero en algún sitio tiene que aparecer. El agua corre siempre en dirección al mar, sólo tengo que dejarme llevar como si fuese en una corriente. Y al final de ese viaje, ahí estará, tiene que estar.”
Elena se asustó. Le hubiese gustado no seguir leyendo. Hubiese pagado millones por escribir
19 de Mayo de 2001 (Dublín-Ha’penny Bridge-Río Liffey)
“Dublín es un lugar curioso. Moderno, pero parece que el tiempo se ha detenido en ocasiones, y eso no deja a su río indiferente. Es más, si lo miras fijamente, parece que incluso el agua va hacia atrás. Ojalá la vida fuese como el curso de un río que va hacia atrás. Necesito volver del mar a la montaña, y olvidarme, olvidarme de estas lenguas de agua. Necesito llegar al final de mi búsqueda.”
Ni siquiera pensó en lo que acababa de leer. Ella también tenía que llegar hasta el final. La siguiente foto mostraba una de las escenas más cinematográfica del mundo, un lugar de esos que se llaman emblemáticos. Al fondo se veía la noche de Manhattan, huérfana de torres, llena de sueños. Las sujeciones del puente se entremezclaban con aquellas moles de cemento y cristal, majestuosas, pero con un aspecto frágil y desolador tras el 11-S.
26 de Noviembre de 2001 (New York- Brooklyn Bridge- Río Hudson)
“Estoy en el centro del mundo, pero creo estar aún lejos de mi objetivo. Millones de vidas se enfrentan a sí mismas aquí, en este gran río, por el que llegaron sueños envueltos en seres humanos, me impulsa a seguir. Todos los días pienso en abandonar, pero desde aquí, desde la esperanza que rodea este lugar, no puedo hacerlo.”
Una ciudad de luz llenaba todo el papel de la siguiente foto. Unos puestos de flores, tres pintores y una pareja que se besaba acompañaban un edificio, dentro del cual se erigía una gran pirámide de cristal. Elena se paró en la pareja. ¿Qué sería de ellos?¿Quiénes serían? Sonrió. Se imagino en que pensarían si supiesen que se acaban de convertir en una prueba judicial. La juez conocía el lugar. Hacía poco mas de dos semanas que había estado en ese mismo lugar. Le vino un vértigo brutal.
10 de abril de 2002 (París- Pont des arts- Río Sena)
“Aquí tampoco. El Sena lo llena a todo. Pensé que éste, el río del amor, me mostraría el camino. Me daría la razón. Pero no. La ciudad de las luces está a oscuras. Es una ciudad vacía, horrenda, como todas en las que no soy capaz de culminarlo.”
A la juez no le pasó desapercibido. Ella había estado en París. A ella le gustó, pero sabía que ella no buscaba ninguna respuesta, ella no estaba loca. Prosiguió. Un hermoso puente de piedra blanca era rodeado por unas lenguas de agua. La nieve acompañaba a un perro callejero, y unos grandes bloques de hielo se posaban sobre el curso del río como en un whisky on the rocks.
2 de Diciembre de 2002(Praga- Puente Carlos- Río Moldava)
“El aire en Praga es frío. Y yo también. Y mi obsesión conmigo. Estoy empezando a creer que lo mejor es volver a casa. Hace año y medio que busco, y todavía no tengo ni idea de que busco, de si realmente existe lo que sea. Creo que va siendo hora de empezar de nuevo. Cada foto me duele, y a pesar de sus diferencias, cada río es igual a otro, absolutamente vacíos para mí.”
Elena sabía que estaba cerca del final. Tosió. Sacó un cigarrillo de una pitillera que había encima de su mesa. Lo encendió y aspiró mientras veía la siguiente foto. Una mujer sonreía sobre el puente. Esa foto era diferente. El río no era el protagonista. Era ella. El río no era más que un mero actor secundario. Violento, pero secundario.
4 de Junio de 2003 (Venecia- Ponte di Rialto- Gran Canal)
“Se acabó. Ella no está. Tengo que asumirlo. Murió. Y yo con ella. No hubiese soportado verme así. Loco, sin vida, obsesionado. Ella no me lo hubiese permitido. Mi vida empieza de nuevo, la anterior se ha acabado. Vuelvo a casa, necesito descansar”
Elena posó sus ojos en la penúltima foto. Conocía bien el lugar. El Arenal, con el ayuntamiento le saludaba como todos los días ante sus ojos, pero los vio con más luz, más alegres. La verdad es que se dio cuenta de que nunca se había parado a admirarlos. Era la foto más hermosa de aquel album para ella. Leyó la última anotación.
12 de Septiembre de 2003(Bilbao- Puente Arriaga- Ría del Nervión)
“Es curiosa la vida. Cuando menos te lo esperas, cuando dejas de buscar, cuando miras, ahí está, lo encuentras, lo ves. Y yo lo he hecho, en un río que desmerece al lado de los anteriores, en una ciudad sin la importancia de las otras. Pero ella está aquí, y yo me voy a reunir con ella. No sé porque lo sé, pero estoy seguro. Desde que aquel coche cayó al río, me ha estado esperando aquí....”
Al final había una foto. Una fotografía de fotomatón. En ella, una pareja sonreía. Le dio la vuelta. “Xosiño, te quiero. Ana.”
- Entrañable- mintió la Juez aún temblando- ¿Y qué? Estaba loco, resulta una búsqueda ilógica y enfermiza. Sánchez, ¿su informe?
- No lo he hecho -respondió Julián-Cuando sacamos el cadáver, registré sus cosas. Había revelado la foto de aquí, fue al lugar desde el que se tiró. Escribió el texto, pegó la foto, y según los testigos, que llevaban más una semana viéndole merodear por aquí, hablando sólo, sonrió y saltó.
- ¿Y bien, Sánchez?
- El diario estaba en el suelo, la foto de fotomatón se había caído. Miré a la ría, y...-Julián calló- Les ví, le juro que les ví, a ambos. Hundiéndose, abrazados, besándose..
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